
Acciones morales
Los seres humanos siempre estamos haciendo algo, somos animales que estamos en acción. Yo, al escribir estas palabras, estoy llevando a cabo una serie de acciones. Y después de que yo las he escrito, tú ahora las estás leyendo, lo cual también es una acción. Decir algo, como por ejemplo “buenos días” también es hacer algo y, por tanto, es otra acción humana más. Dentro de este amplísimo grupo de las acciones humanas, podemos definir un subconjunto: el de las acciones morales. Son un tipo de acciones que tienen sus propias características y que las hacen, según algunos filósofos, distintas de todas las demás acciones humanas. A los filósofos les interesan las acciones morales. De hecho, el obrar de las versiones del imperativo categórico de Kant del que hablamos ayer, hace referencia a las acciones morales.

Características de las Acciones Morales
Una acción moral, para ser tal, debe ser consciente, es decir, el agente ha de saber lo que está haciendo. Alguien que salve la vida a otra persona sin saber que estaba haciendo tal cosa, no estará actuando moralmente. Además, de consciente, debe ser libre. Una acción es moral porque, además de consciente, la hacemos libremente, nadie nos obliga a ello, salvo nosotros mismos. Además, las acciones morales son acciones que tienen efectos prácticos sobre las personas. Por ejemplo, si arreglo un enchufe de mi casa, tiene un efecto práctico pero es sobre las cosas y por tanto, arreglar el enchufe no es, por sí misma, una acción moral. Y, finalmente, una acción moral debe basarse en alguna norma o principio moral. Si una acción no tiene estas cuatro características: es voluntaria, consciente, tiene efectos prácticos sobre las personas y es guiada por principios morales, entonces no es una acción moral.

Ética y moral
La moral trata sobre aquello que es bueno o malo, desde un enfoque práctico, que se traduce dentro de la vida diaria. La ética trata sobre lo bueno y lo malo, correcto o incorrecto, desde el punto de vista filosófico, sin tener una gran implicación en la “práctica” diaria de valores.

La anciana
una anciana que al salir del supermercado le da una moneda a un pobre. Suponemos que la anciana no estaba drogada ni hipnotizada ni padecía demencia senil alguna, de modo que sabía lo que hacía. Era consciente de ello. Por otra parte, podemos suponer que esta anciana tampoco estaba bajo una presión externa. Nadie le obligó a dar limosna. Lo hizo ella por una decisión libre. Por otra parte, la moneda pudo ayudar al pobre a comprar una barra de pan, de modo que la acción de la anciana tubo una consecuencia práctica sobre otra persona. Finalmente, podemos suponer que la mujer lleva a cabo su acción porque cree firmemente que nadie debe pasar hambre y que todo el que tiene una moneda de más, debe contribuir, dentro de su capacidad, a evitar que cualquier persona pase hambre, sobre todo cuando tiene conocimiento de que alguien pasa hambre (sabe qué cosa pasa hambre y no meramente que alguna cosa pasa hambre). Bien, este es un ejemplo de acción moral.

IMPORTANCIA DE LOS VALORES MORALES
De poco nos sirve tener muy buena salud, ser muy creyente o muy inteligente o vivir rodeado de comodidades y lujos si no se es justo, bueno, o si no hacemos el bien, por lo tanto el valor es captado como el bien, ya que se le identifica con lo bueno, con lo perfecto o con lo valioso, pero hay cosas negativas que para algunos tienen valor y significado, convirtiéndolos así en malas personas, elementos dañinos a la armonía de la sociedad, con quién la convivencia es muy difícil; entonces el mal lo vemos como la carencia y ausencia de bien. Es por eso que los valores hoy en día se han ido perdiendo y como consecuencia tenemos a personas con una laxa, distorsionada o nula introyección de la escala de valores y normas, estas personas se dice que actúan de acuerdo a los anti valores.